Estar en la cumbre no es fácil. Y menos si aquello que haces tiene una importante repercusión mediática y social. Si tienes que mantenerte en la cima de forma continua, teniendo que escuchar comentarios al respecto en cuanto bajas un poco tu nivel o te ves obligado/a a coger una baja. Si de ti dependen las ilusiones de los demás y has de colmar sus expectativas: el público, tu familia, tu entrenador/a y tú mismo/a, que dedicas tu vida a ese deporte sacrificándote desde niño/a, con entrenamientos intensos de varias horas cada día y una dieta adecuada. Para superarte a ti y a los otros deportistas que compiten, aprovechando esos pocos años en lo que tienes la oportunidad de estar entre los mejores (todos sabemos que la vida laboral de un/a deportista de élite es corta y que luego tendrá que optar por retirarse o dedicarse a otras actividades menos intensas derivadas del deporte en el que esté especializado).
Además de todo eso has de templar los nervios cuando llega el momento de la verdad o... fallarás. Controlar la tensión; sentirte seguro/a y motivado/a: Darlo TODO.
Y esto una vez tras otra... cada día de esa vida en la cumbre. ¿Y si después de todo fracasas...? eso complica aún más la situación.
Es por esto que, aunque no se hable demasiado del tema (porbablemente por una cuestión de intereses económicos o propagandísticos), son bastante frecuentes los trastornos de ansiedad y, en ocasiones, depresión entre los deportistas de élite.
Esto no quiere decir, ni mucho menos, que todos lo padezcan pero sí que es muy importante el trabajo de prevención, apoyo y tratamiento (si fuera necesario) con este colectivo, dados los riesgos que presentan. Es importante que valoremos todo este esfuerzo, todo este sacrificio y que tengan un adecuado apoyo psicológico para sobrellevar toda esa exigencia y competitividad. Además del que necesitan para sacar lo mejor de sí mismos y poder así conseguir el objetivo que persiguen. No son perfectos e indestructibles, como pueden parecernos a simple vista.
Como decía la profesora de aquella mítica serie/película:
Queréis la fama, pero la fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar. Con sudor.
Por último quiero compartir el enlace de dos vídeos en los que se ve a dos tenistas realizando un "ritual" que repiten de forma compulsiva en cada uno de sus saques. Quizá verlo en una o dos ocasiones no resulta impactante pero... te recomiendo que veas un partido... cuando lo mismo se repite una y otra vez (durante de 2 a 4 horas aproximadamente que puede durar un partido) hace sospechar un problema de tipo obsesivo-compulsivo (Trastorno de Ansiedad) más que algo simplemente supersticioso:
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