jueves, 8 de agosto de 2013

Riesgos Psicológicos de los Deportistas de Élite



Estar en la cumbre no es fácil. Y menos si aquello que haces tiene una importante repercusión mediática y social. Si tienes que mantenerte en la cima de forma continua, teniendo que escuchar comentarios al respecto en cuanto bajas un poco tu nivel o te ves obligado/a a coger una baja. Si de ti dependen las ilusiones de los demás y has de colmar sus expectativas: el público, tu familia, tu entrenador/a y tú mismo/a, que dedicas tu vida a ese deporte sacrificándote desde niño/a, con entrenamientos intensos de varias horas cada día y una dieta adecuada. Para superarte a ti y a los otros deportistas que compiten, aprovechando esos pocos años en lo que tienes la oportunidad de estar entre los mejores (todos sabemos que la vida laboral de un/a deportista de élite es corta y que luego tendrá que optar por retirarse o dedicarse a otras actividades menos intensas derivadas del deporte en el que esté especializado).



Además de todo eso has de templar los nervios cuando llega el momento de la verdad o... fallarás. Controlar la tensión; sentirte seguro/a y motivado/a: Darlo TODO. 

 Y esto una vez tras otra... cada día de esa vida en la cumbre. ¿Y si después de todo fracasas...? eso complica aún más la situación.



Es por esto que, aunque no se hable demasiado del tema (porbablemente por una cuestión de intereses económicos o propagandísticos), son bastante frecuentes los trastornos de ansiedad y, en ocasiones, depresión entre los deportistas de élite.

Esto no quiere decir, ni mucho menos, que todos lo padezcan pero sí que es muy importante el trabajo de prevención, apoyo y tratamiento (si fuera necesario) con este colectivo, dados los riesgos que presentan. Es importante que valoremos todo este esfuerzo, todo este sacrificio y que tengan un adecuado apoyo psicológico para sobrellevar toda esa exigencia y competitividad. Además del que necesitan para sacar lo mejor de sí mismos y poder así conseguir el objetivo que persiguen. No son perfectos e indestructibles, como pueden parecernos a simple vista.



Como decía la profesora de aquella mítica serie/película:  

Queréis la fama, pero la fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar. Con sudor.

  
Por último quiero compartir el enlace de dos vídeos en los que se ve a dos tenistas realizando un "ritual" que repiten de forma compulsiva en cada uno de sus saques. Quizá verlo en una o dos ocasiones no resulta impactante pero... te recomiendo que veas un partido... cuando lo mismo se repite una y otra vez (durante de 2 a 4 horas aproximadamente que puede durar un partido) hace sospechar un problema de tipo obsesivo-compulsivo (Trastorno de Ansiedad) más que algo simplemente supersticioso:


martes, 6 de agosto de 2013

¿Existe el Amor?


No me refiero al amor que puede sentirse por un hijo/a, por un progenitor ni por un hermano/a. Hablo de lo que nos lleva a compartir nuestra intimidad y formar pareja con otra persona.

¿Existe el amor o es algo que nos han vendido culturalmente, algo inventado por nosotros mismos?

En un relación de pareja se pasa por distintas fases que pueden resumirse en tres:

 1.Fase de Enamoramiento: En esta fase aparece un fuerte sentimiento de atracción hacía otra persona. Para entender este fuerte sentimiento, el sujeto recurre a procesos de idealización a través de los que asigna características y cualidades a la persona que le atrae. La actitud hacía el otro y hacía el propio sentimiento es de entraga máxima. Es una etapa muy pasional y poco racional en la que lo prioritario es la cercanía con el otro y el contacto sexual.



2. Fase de Noviazgo: Durante la fase de "estamos saliendo", se inicia un intenso proceso de intercambio de conductas gratificantes, en el que los encuentros tienen pretensiones lúdicas y afectivas, las actividades comunes se negocian y pactan previamente, y se mantiene la independencia y privacidad al vivir en espacios separados. Un mayor conocimiento del otro se produce en este entorno de actividades positivas. En esta fase no se suelen asumir decisiones importantes, por lo que se reduce la posibilidad de intercambios aversivos. La mayor parte de las actividades comunes tiene un componente de novedad fuertemente atractivo que, además, facilita un incremento de la activación fisiológica amplificadora de las sensaciones placenteras. El desconocimiento sigue supliéndose con la fantasía, sin ser conscientes de que esta imagen forma parte de un constructo basado en una imagen idealizada y un conocimiento selectivo.



3. Fase de Compromiso: Esta fase se inicia con la convivencia. Con el tiempo y en la "seguridad" de una relación que progresa, se inicia un conocimiento global del otro que inevitablemente, teniendo en cuenta el proceso de idealización sufrido y por comparación con la imagen idealizada en las fases anteriores, deriva en un doloroso sentimiento de desengaño. La novedad, si no se hace nada para remediarlo, empieza a dejar de ser característica de la relación; aparece la monotonía y las rutinas del día a día, las obligaciones domésticas, las responsabilidades sociales y económicas, las costumbres y manías del compañero... que facilitan el proceso de desmitificación. El porcentaje de actividades gratificantes, en relación con el tiempo que pasamos juntos, disminuye rápidamente. La fogosidad sexual deja paso a una emoción más relajada y consistente que produce satisfacción y bienestar. Si nos dejamos llevar por la monotonía y la falta de incentivos la pasión erótica y romántica se reducirán. Como contrapartida positiva, aumenta el compromiso, la complicidad y el asentamiento de la pareja.




Visto lo anterior, quizá lo importante para saber si el Amor realmente existe es cómo lo definimos. Cuando hablamos de Amor, lo primero que se nos viene a la cabeza son conceptos relacionados con el llamado Amor Romántico tales como (Bornstein & Bornstein, 1988):
  • Absorción intensa y deseo abrumador.
  • Amor a primera vista.
  • Amor "ciego" (No se perciben los fallos ni las limitaciones de la persona amada).
  • El amor lo puede todo.
  • Sólo existe un amor verdadero; la media naranja. Amor eterno (pues no hay otro).
  • El amor es sinónimo de pasión.
  • El amor implica éxtasis y dolor.
Este amor es el que nos "venden" la mayoría de películas de corte romántico favoreciendo creencias poco realistas sobre el amor y la relación de pareja que posteriormente nos producen frustración e insatisfacción al no cumplirse dichas expectativas a largo plazo.



El "amor romántico" tiene cierta similitud con los sentimientos vividos durante la fase de enamoramiento de la pareja (que por otra parte es en la etapa que suelen basarse la mayoría de las películas románticas, terminando en el comienzo de la fase de noviazgo).

Hay personas "enganchadas" a esta sensación de enamoramiento que saltan de un "amor verdadero" a otro, aburriéndose al estabilizarse cada relación. Hay otras personas que se preguntan perplejas si no son capaces de amar "como deben" o dudan si están enamorados, al notar que la fase de enamoramiento quedó atrás y que la relación ha evolucionado. Es ahí donde tenemos que diferenciar el amor real (aunque evidentemente influenciado por nuestra sociedad y nuestra cultura), de lo que las películas nos venden. Esto no implica tener una visión negativa o descarnada de la vida y de las relaciones de pareja si no aprender a disfrutar de dicha relación y saber que tendremos que cuidarla para evitar caer en la monotonía y el aburrimiento, a la vez que vamos afianzando la complicidad volviéndose la relación más rica y compleja. Sabiendo que esas hormiguitas en el estómago no pueden ser eternas pero sí que pueden volverse a experimentar sensaciones intensas si existe una buena relación entre los miembros de la pareja.

Por tanto, concluiría que el amor existe, pero no así el amor romántico (entendido como lo descrito anteriormente) que... quizá exista, pero de forma efímera, como un sueño corto producto de nuestra imaginación y de aquello que nos han hecho desear como un ideal del "amor verdadero" y que detrás esconde un sin fin de pensamientos poco realistas, que llevados a la práctica a largo plazo se alejaría mucho de proporcionarnos la felicidad que buscamos en la relación de amor/pareja con otra persona.

Un hombre dijo una vez: "El Amor no existe, pero yo te quiero".





lunes, 5 de agosto de 2013

Una forma de maltrato infantil: El Síndrome de Munchausen por poderes.

Este síndrome es un trastorno poco conocido en el que uno de los padres (tradicionalmente la madre como cuidadora principal) induce al niño/a síntomas reales o aparentes de una enfermedad.

El progenitor puede simular síntomas de enfermedad en su hijo/a añadiendo sangre a su orina o heces, dejando de alimentarlo, falsificando fiebres, administrándole secretamente fármacos que le produzcan vómitos o diarreas (como el jarabe de Ipecacuana, fácil de conseguir en algunos países y cuyo uso recomendado consiste en purgar mediante vómitos a víctimas de intoxicaciones) o empleando otros trucos como infectar las vías intravenosas (a través de una vena) para que el niño aparente o en realidad resulte enfermo. También haciéndole tragar objetos u otras conductas que pueden causar daño al niño/a.




A consecuencia de todo lo anterior, estos niños/as suelen ser hospitalizados por presentar grupos de síntomas que no encajan mucho en ninguna enfermedad conocida. Con frecuencia, a los niños se les hace sufrir a través de exámenes, cirugías u otros procedimientos molestos e innecesarios. Y, en algunos casos se llega a producir la muerte del menor.

El síndrome de Munchausen por poderes implica un comportamiento patológico en el que el progenitor busca llamar la atención de los demás.

Algunas circunstancias que suelen darse en este síndrome son:
  • Los síntomas del niño no encajan en un cuadro clásico de enfermedad o no concuerdan entre si.
  • Los síntomas del niño mejoran en el hospital pero reaparecen en el hogar.
  • El progenitor es "exageradamente atento" o demasiado servicial".
  • El progenitor con frecuencia está involucrado en un campo de atención médica, como la enfermería.

Si se detecta este tipo de maltrato habrá de protegerse al menos retirándolo del cuidado directo del padre o la madre que padezca el síndrome, el cual requerirá años de apoyo psiquiátrico. Los niños afectados por este tipo de maltrato pueden necesitar atención médica para tratar las lesiones infligidas por su progenitor/a, al igual que atención psicológica para hacerle frente a la depresión, la ansiedad, el trastorno por estrés postraumático u/y otras posibles consecuencias que puedan derivarse de la vivencia de dicha situación de maltrato.

Algunos ejemplos de la mención del Síndrome de Munchausen por poderes en el cine y la música pueden verse en los siguientes vídeos (pinchar el enlace):




domingo, 4 de agosto de 2013

Hablar en Silencio

Puedes dejar de hablar por timidez, por enfado o, simplemente, porque no te apetece, pero irremediablemente tu cuerpo y tu cara estarán comunicando algo en todo momento.

Emociones:

El psicólogo Paul Ekman descubrió que estas expresiones emocionales son universales (se dan igual en todas las culturas) y que, en ocasiones, aparecen de forma fugaz cuando queremos disimular nuestros sentimientos y decidimos mostrar una sonrisa después de una cara, por ejemplo, de asco. Esas son las llamadas "microexpresiones". Fue en Paul Ekman y en este fenómenos en lo que se basaron para llevar a cabo la serie "Miénteme" (Lie to me); aunque evidentemente en ella se exageran las capacidades de los protagonistas para crear un ritmo más interesante.


En muchas ocasiones intentamos aparentar una actitud positiva ante los demás en diversas situaciones; aunque ante un observador aventajado nuestro cuerpo nos delata.

¿Sabes distinguir una sonrisa verdadera de otra falsa? Prueba a elegir una de las siguientes como la verdadera:







¿Y una postura natural y segura de sí misma? Elige la que más confianza te de:







Evidentemente el lenguaje no verbal es un tema muy amplio pero... ¿podrías distinguir con esta breve reseña algunas de las emociones que nos comunican las siguientes fotos?




A continuación varios vídeos para aquellos que deseen más infomación sobre las "microexpresiones" estudiadas por Paul Ekman: